El mundo cambió otra vez.

Casi todos recordamos ese 11 de Septiembre del 2001 cuando los ataques terroristas cambiaron la cara del globo.

Hoy, 11 de Marzo del 2020, el mundo también cambió para siempre con el anuncio que acaba de hacer el Presidente de Estados Unidos al restringir los vuelos y el acceso de Europa a nuestro vecino del norte.

Las consecuencias de esta decisión estoy seguro van a determinar un antes y un después no solamente en la historia de cómo se atendió la pandemia del COVID19, si no del siglo 21.

Desde que el coronavirus ha estado presente en los ciclos informativos, he publicado principalmente en mis redes privadas datos, estadísticas y gráficas intentando dar información precisa y científica de la dimensión del problema y de su tasa de mortalidad.

Nunca he sido partidario del miedo y el pánico, los datos y la ciencia me parecen un buen antídoto.

Es claro que el problema al que nos enfrentamos es mayúsculo. La tasa de contagio y la velocidad con la que se está propagando tiene el potencial de colapsar los sistemas de salud de los países que no atiendan esta emergencia con seriedad y con eficacia.

La Organización Mundial de la Salud ha estado publicando desde hace meses las medidas para atender esta situación. Muchas de ellas relativamente sencillas. Sin embargo una vez que la etapa de contención ha fracasado, las medidas que siguen son en muchos casos devastadoras para la economía, el comercio y la vida a la que estamos acostumbrados.

Vienen meses complicados, mucha gente vamos a tener que hacer muchos sacrificios. Estoy convencido de que este no va a ser el virus que va a acabar con la humanidad. Sin embargo las decisiones mal tomadas, el pánico, y la ineficacia y desinformación pueden ser nuestros peores enemigos en un momento en el que se necesita ser agresivos, contundentes y eficaces.

En mi opinión la medida de aislamiento que está tomando E.U.A está tarde. El virus ya está en la mayor parte del país. Cancelar los vuelos de Europa no creo que vaya a detener el contagio comunitario. Me pregunto ¿qué medidas van a tomar y estarán dispuestos a hacer internamente para detenerlo?

Me preocupa la situación de México. Nunca es buen momento para que algo así ocurra. Pero no podría ser pèor momento. El comportamiento del virus aquí pareciera atípico y anormal con relación al resto del mundo. No creo que sea así. Las cifras de enfermos no se han elevado y no creo que sea porque somos muy buenos en la contención del mismo. Lo más probable es que no estemos haciendo las pruebas necesarias y que se este ocultado o distorsionando información. Espero estar equivocado, porque de lo contrario lo que se viene en las siguientes semanas nadie podemos siquiera imaginarlo.