Humanos antes que nada

El espíritu Navideño es una de esas cosas que odias o amas, es una época en la que nuestro sentido de pertenencia y nuestras ganas de expresar nuestros sentimientos se acentúan. La mayoría de las personas nos reunimos con nuestros seres queridos, contactamos amistades, les decimos lo mucho que significan para nosotros, y nuestras agendas se llenan de desayunos, comidas y cenas sociales. En mi país tenemos un supuesto maratón de fiesta que algunos cumplen al pie de la letra, el Guadalupe-Reyes. Ultimamente éste periodo se ha convertido en Muertos-Reyes. (Nov 1- Ene 6)

En mi familia tenemos una tradición de ir a comer los 24 de Diciembre a algún restaurante y en la noche cenamos para festejar Nochebuena en casa de mis padres. Como podrán imaginarse este evento siempre se lleva a cabo con algún imprevisto o anécdota que nos recuerda lo imperfecta y cómica que resulta la realidad de nuestras dinámicas familiares. Estoy seguro que es así en todas las familias. ¿O estoy equivocado?

El día de ayer no fue una excepción, pero la razón por la que decidí escribir estas lineas no tiene que ver con eso, durante nuestro festejo me enteré  de una tragedia, la gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo el ex-gobernador y actual senador Rafael Moreno Valle habían fallecido en un terrible accidente. 

Mi corazón se encogió, inmediatamente pensé en los familiares cercanos y sus amistades, en cómo se levantaron ese día pensando que era un día como cualquier otro sin esperar que ese día iban a morir. Seguramente se dirigían al lugar donde iban a celebrar con sus seres queridos esta tradicional fiesta. Mi mente y mi corazón se fueron a mil lugares, mientras seguía leyendo el feed de twitter y seguía compartiendo la mesa con mi propia familia. Ha sido una de las dicotomías más claras que he vivido. Una de las contradicciones humanas más desafortunadas y una de las realidades más escalofriantes de aceptar por el hecho de estar vivos. 

Evidentemente las circunstancias de este accidente suceden en uno de los peores escenarios para este tipo de situaciones. No que hubiera alguna ideal. Pero el hecho de que el conflicto electoral en Puebla se haya llevado hasta la Suprema Corte y la gubernatura de la primer mujer en ocupar ese cargo haya durado únicamente diez días es algo terrible para todos.

Es lógico que inmediatamente la suspicacia de todos nos llevara a pensar que no estábamos frente a un accidente si no a un acto deliberado. ¿Pero realmente se han puesto a pensar en qué significa eso y más aún cómo es posible llevar a cabo un acto así? A mi me queda claro que las personas que aseguran en estos momentos una u otra teoría lo único que demuestran es su gran necesidad de tener la razón y de la ignorancia con la que actúan. Esto me lleva a pensar en el principio lógico que es conocido como “La navaja de Occam” el cual entre otras cosas dice que “la explicación más sencilla es siempre la mejor”.

Más allá de entrar en un debate de si fue o no un accidente lo que más me ha llamado la atención ha sido la cantidad de comentarios insensibles, hostiles, deshumanizados y llenos de odio de mucha gente. Independientemente de que color sea el partido por el que votaste o si crees o no en las teorías de la conspiración, esta tragedia es una tragedia humana.

Tuve la fortuna de haber conocido a Rafael, y uno de mis mejores amigos es familiar directo de los Moreno Valle. Esta cercanía tal vez me permite humanizar esta situación de manera más fácil que si nunca los hubiera conocido o si para mi únicamente fueran una “noticia”. Sin embargo escribo estas lineas para invitarnos a todos a hacer un esfuerzo para bajarle tres rayitas a nuestro nivel de odio y de rechazo. Es imperativo que nos empecemos a humanizar unos a otros cada vez más y no seguir objetivizandonos como lo estamos haciendo. 

Si era la gobernadora, si era senador, si era su asistente, si eran el piloto y el copiloto, pero sobre todo cada uno de ellos eran seres humanos, que como tú y como yo tenían ideales, valores, planes, seres queridos, platillos favoritos, miedos, dependencias y todo lo que conlleva ser un ser humano. 

No por esto quiero decir que no es importante que se lleve a cabo una investigación independiente y expedita para aclarar los hechos, es evidente que si, pero hasta que eso no suceda y por respeto tanto a los difuntos como a sus familiares y al final por respeto a todos los mexicanos hay que abstenernos de alimentar más la narrativa de odio y division de la que muchos están siendo partícipes. 

Descansen en paz Martha Erika Alonso, Rafael Moreno Valle, Hector Baltazar Mendoza, Roberto Coppe Obregon y Marco Antonio Tavera.