Libertad?

Por muchas razones y en muchas áreas de la vida humana, las personas son dadas a exigir “libertad”. Hay gente que quiere libertad de prensa, otros quieren libertad de manifestarse en la vía pública; hay gente en contra de la libertad de elegir un aborto, y gente a favor.

Según la New World Encyclopedia, la libertad es:

…tradicionalmente entendida como la independencia de la voluntad arbitraria de otros. Tal estado es lo contrario a la esclavitud. Un esclavo está constantemente sujeto a la voluntad de alguien más. En contraste, una persona libre puede hacer lo que quiera mientras no rompa la ley ni infrinja la libertad de otros. Esto ha sido descrito como libertad externa o ‘libertad negativa’. En términos cotidianos, se dice que ‘tu libertad termina donde empieza mi nariz’.

Sería muy interesante ver lo que pasaría si todas las personas que exigen distintas libertades examinaran la definición anterior. Esta no es necesariamente muy avanzada o exótica, y es más bien la que la mayoría de la gente en la calle diría estar de acuerdo con. Sospecho que después de pensarlo bien, muchas personas se encontrarían con un grave problema.

La verdad es que aún con tan sencilla definición, nos topamos rápidamente con una tremenda contradicción. En el momento exacto que yo quiera hacer algo que afecte a otra persona, y esa otra persona no quiera ser afectada así, u otra persona quiera hacer algo que me afecte a mí, y yo no quiera ser afectado de esa forma, nos enfrentamos a una contradicción. La contradicción surge porque, y especialmente en el mundo de hoy, todo lo que hacemos afecta a mucha gente. Igualmente, las acciones de mucha gente, algunos hasta muy lejos físicamente de nosotros, nos afectan inevitablemente.

Este es el conflicto: queremos ser libres para hacer lo que queramos, y también queremos ser libres de los efectos de las acciones de otras personas. Todo mundo quiere esto, y esto es completamente imposible. No podemos ser “completamente libres” (y supuestamente felices) sin afectar negativamente la libertad de otros. No podemos tolerar que otros sean “completamente libres”, pues sentimos que sus acciones afectan nuestra felicidad. Queremos como dicen los norteamericanos, “comernos el pastel y también guardarlo”.

Sin embargo de nuevo la New World Encyclopedia nos regala sabias palabras para enfrentar esta contradicción:

…También existe una libertad interior cuando el libre albedrío es seguido de la libre acción. Una persona que fracasa en su empresa, porque le falta fuerza de voluntad, de cierta forma padece de una falta de libertad: es un esclavo de sus pasiones. No tiene libre albedrío porque está sujeto a sus impulsos momentáneos que lo distraen de lograr lo que su intelecto le indica. Un ejemplo es un adicto. Puede intelectualmente querer renunciar a su adicción, pero no puede y sus decisiones son dictadas por la necesidad creada por su adicción. Así que la libertad viene del auto-control. Goethe dijo, “Aquel que se libera de las fuerzas que atan a todos los seres vivos, encuentra su libertad”.

Es un trago amargo reconocer que en esos momentos cuando actuamos con ira contra otro automovilista, o buscamos herir por despecho a nuestra pareja; incluso cuando “escapamos” de nuestra vida cotidiana en unas vacaciones  que “nos urgían”, no estamos siendo libres.

En la misma página, la New World Encyclopedia, nos plantea esta conclusión:

La libertad en sí no es un valor, sino que es la base de todos los valores porque permite a la persona crear y apreciar los valores…permite a las personas usar su creatividad para agradar a Dios y a los demás, a sus familiares, amigos y a la comunidad en general…según San Agustín y Confucio, este tipo de libertad puede refinarse hasta producir siempre buenas acciones…históricamente la gente no ha luchado por la libertad abstracta como un fin, si no por la libertad para ser buenos y actuar con bien…George Bernard Shaw lo expresó sucintamente, “La libertad significa responsabilidad. Por eso la mayoría de los hombres le temen”.

Me maravilla la cantidad de sabiduría y conocimiento que se puede encontrar en un sitio web que no es particularmente célebre. Somos muy afortunados de vivir en esta era. Creo que no me queda nada que decir después de esto. Ud., el lector, es libre de evaluar y decidir lo que piensa.